Un día en mi vida

Juego de roles para reflexionar sobre la ecodependencia y la interdependencia, desde diferentes perspectivas perspectivas personales, e incentivar acciones para un cambio de paradigma.

Interdepencia, ecodependencia, desigualdades sociales, crisis ecosocial, iniciativas de transición.

2 horas

La actividad se trata de un juego de roles, simulando un día en la vida de diferentes familias de un mismo barrio. El juego se desarrolla en la “plaza del barrio” y se puede utilizar el tablero para jugar sobre una mesa o, si se quiere hacerlo más dinámico, se puede dibujar las casillas con tiza en el suelo.

Se divide el grupo en 4, que representan las familias del barrio. Cada familia se coloca en una de las esquinas del tablero y reciben una identidad. Las familias son diferentes en cuanto a miembros, ingresos, gastos, situación social, etc.

Una vez que cada familia esté contextualizada comienza el juego. Se simula una jornada de un día completo: despertarse, desayunar, llevar a los niños al cole, comer, trabajar, cuidar, disfrutar de sus amistades… Para ello, en cada fase del día, la familia entera tendrá que situarse en el centro del tablero (la plaza del barrio). En él se les hará entrega de un sobre, donde cada familia leerá con atención lo que tienen que hacer (todos los sobres contienen la misma información). Una vez se haya realizado esa fase, de vuelta a su casa (a su esquina) tendrán que pasar por 3 casillas para llegar a ella. En cada una de esas 3 casillas tendrán que recalcular los niveles de: Salud (S), Dinero (D) y Huella ecológica (H.E.) que han producido. Para ello, tendrán unas barras indicadoras en todo momento donde podrán colocar/ anotar sus puntos.

En cada ida y venida a la plaza (al centro del tablero) para hacer esa actividad como comer, comprar, trabajar… irán observando que consecuencias tanto económicas como de salud… tienen las elecciones, decisiones y actos que llevan a cabo en cada prueba para sus familias y estilos de vida. Cada ronda del juego es una jornada, es decir, un día en la vida de esa familia. El número de rondas que se hagan dependerán al estado en el que vayan quedando las familias. Es decir, cuando el monitor o el responsable vea que una de las familias se va quedando sin ningún recurso, sin salud… tendrá que ser su decisión parar el juego.

Una vez terminado el juego, se reflexionará el modo en el que se ha jugado, las consecuencias que han tenido cada familia en las decisiones que ha tomado… en definitiva sirve como una pequeña reflexión sobre el paradigma actual. Después de ver las consecuencias, se propondrá a los participantes volver a jugar con un cambio: esta vez pueden comunicarse entre ellos y tomar decisiones conjuntas, pueden ayudarse, crear sus propias normas… de manera que haciendo comunidad y cooperando, creando barrio en este caso, vean y busquen ellos mismo las opciones y soluciones que tienen de cambiar ese paradigma actual y establecerse en un modelo de transición y mejora con actuaciones locales.

Juego

La jornada se divide en diferentes acciones o pruebas que cada familia tendrá que cumplir (ver anexo 3): Desayunar, Ir al trabajo, Trabajo, Volver del trabajo, Comida, Tiempo libre de tarde, Cena. Como ya se ha mencionado, cada familia tendrá que colocarse en el centro de la plaza y tendrá que realizar las siguientes actividades de su jornada. En algunas tendrán que escoger por una u otra cosa, en otras, dependiendo de su contexto familiar tendrán diferentes opciones para hacer.

Reflexiones finales- evaluación del juego:

Después de terminar todas las rondas, tanto la del paradigma actual como la ronda de cooperación que harán al final, se puede establecer un pequeño
debate sobre las diferentes situaciones que se han dado durante el juego.
Para ello se pueden plantear algunas preguntas que guíen el debate:

• ¿Veis reales los casos de cada familia?
• En la parte de la comida, ¿que habéis valorado más, el precio, la salud que aporta ese alimento o la huella ecológica que dejaba?